Jesús Cascón
Me acaban de enviar un correo en el que me anuncian que el que fuera portavoz del PSOE en la anterior legislatura, Ramón Hernández, ha presentado su dimisión de la ejecutiva socialista.
Aunque no he podido confirmar la noticia dada la hora, no me extraña que Ramón haya tomado tal decisión. Está claro que desde que se fue a Lisboa para ocupar un puesto de agregado en la embajada española Ramón cerró sus puertas para regresar a la política activa en Béjar. Tras su regreso me consta que fueron muchas las promesas que recibió para ocupar otro cargo fuera de nuestra ciudad. Sin embargo ninguna de ellas ha llegado a cristalizar, y Ramón no ha tenido más remedio que reorientar su vida profesional en Béjar.
Una contribución necesaria
A nadie se le escapa, que Ramón Hernández en otras circunstancias no debería haber tenido problemas para retomar su actividad dentro del partido, y contribuir a que el PSOE bejarano pudiera recuperar el terreno perdido durante este año y medio de legislatura que llevamos. Su contribución a buen seguro aportaría algo de sensatez y cordura al gobierno, o mejor dicho desgobierno de este alcalde que nos gobierna. Me consta que cuando se formó la nueva ejecutiva socialista hace unas semanas, Ramón estaba destinado a tener un papel relevante dentro de la misma ocupando una vicesecretaria general, sin embargo las presiones ejercidas por el entorno de Cipriano, léase y entiéndase grupo de aduladores y palmeros que le acompañan como concejales, hicieron que finalmente sólo se le ofreciera una vocalía dentro de la ejecutiva.
No será la única
Ahora a las pocas semanas de producirse aquel nombramiento, Ramón, al parecer, decide renunciar a su puesto. ¿Qué ha pasado para que el que fuera portavoz en el Ayuntamiento durante los últimos doce años y uno de los principales activos del PSOE bejarano haya decidido presentar su dimisión? Eso es algo que trataremos de averiguar en los próximos días. Pero una cosa está clara. Que esta dimisión no será la única que se produzca dentro de una agrupación que cada día se parece más a una jaula de grillos. Una agrupación presidida por un hombre agotado, cansado, sin ideas y sin proyecto para la ciudad. Un alcalde incapaz de reconocer sus errores y con ello empezar a prescindir de esa corte de aduladores e incompetentes que le rodean y empezar a rodearse de aquellos compañeros, que por experiencia y preparación podría ayudarle a gobernar esta ciudad.
Un alcalde sin criterio
Béjar no se merece un alcalde como este, y el partido socialista, por historia tampoco se merece un secretario general incapaz de llevar las riendas del partido con mano firme y sabiendo discernir entre los arribistas y los que se arriman a su lado buscando su propio beneficio, de aquellos que podrían ayudarle sin pedir nada a cambio a sacar a esta ciudad del atolladero ala que este alcalde la está llevando.
La sombra de Caldera
Lo hemos venido diciendo reiteradamente que dentro del PSOE, hace falta que alguien tome buena nota de lo que está pasando, pero también hemos dicho que ese alguien, léase Pablos y López, van a continuar mirando para otro lado, mientras que Cipriano González continúe contando con el apoyo de Jesús Caldera. Un Jesús Caldera, y ahora revelo una historia que me contaron en su momento, tomó la decisión de enviar a Ramón a Lisboa, porque su protegido y elegido para encabezar las listas del PSOE en Béjar, así se lo exigió. Cipriano en aquel momento quería a Ramón lejos de Béjar y esa fue su condición. Ahora con la vuelta de Ramón a Béjar, Cipriano tenía la oportunidad de recuperar al exportavoz para su equipo.
Ramón como buen conocedor de la política municipal y de lo que se ha venido cociendo en nuestro Ayuntamiento durante los doce años de gobierno popular seguro que le habría ya aconsejado a Cipriano que es lo que se debería hacer y sobre todo de quien se tendría que haber prescindido. Pero no es menos cierto, que precisamente ese conocimiento de nuestro Ayuntamiento es lo que le ha llevado a Ramón a ser una persona “no querida” para el alcalde y su entorno de aduladores y palmeros.
Una ejecutiva movida
Por último no desvelo nada nuevo, si les confirmó que esta dimisión se empezó a fraguar la pasada semana con ocasión de la celebración de la primera ejecutiva presidida por González, tras ser reelegido como secretario general. En el transcurso de la misma hubo más que palabras entre ambos compañeros, y las quejas por las formas en que se estaban llevando a cabo las labores de gobierno en el Ayuntamiento fueron unánimes entre los presentes. Algunos de esos asistentes al terminar la reunión ya se temían que Ramón pudiera abandonar la ejecutiva, y lo malo para el PSOE bejarano, es que como hemos dicho no será ni la primera ni la última.
Revuelo en el Grupo
Y es que, o se reacciona pronto, y alguien pone remedio a esta situación o en los próximos meses podríamos asistir a un enfrentamiento entre los propios componentes del Grupo en el Ayuntamiento. Enfrentamiento entre los que apoyan incondicionalmente la gestión del alcalde, y los que ya empiezan a dudar sobre la capacidad de este alcalde a la hora de gobernar la ciudad.