Barro Colorao

«Al final, Aznar no tendrá más remedio que tomar cartas en el asunto”

Tras las declaraciones de María San Gil, ya son pocos los que piensan que Rajoy tendrá un Congreso tranquilo en Valencia
El Plural
Cada día son más los que dentro del PP se empiezan a preguntar si con lo que le está cayendo a Mariano Rajoy este va a ser capaz de llegar indemne al próximo Congreso. La última espantada de la presidenta del PP en el País Vasco ha sido la última gota que ha colmado el vaso y, por mucho que se intente desde Génova quitar hierro, saliendo al paso con ese eslogan de que «María somos todos», ya son pocos los que siguen pensando que Rajoy tendrá un Congreso tranquilo en Valencia. Al anuncio de la presentación de una enmienda a la totalidad a la ponencia política anunciada por Gustavo de Arístegui se pueden sumar en los próximos días otras enmiendas a la ponencia de estatutos, cuya presentación el mismo día de la espantada de San Gil pasó desapercibida y en la que se continúa contemplando la necesidad de que cualquier afiliado que quiera optar a la presidencia del partido debe contar con el veinte por ciento de los avales necesarios.