El gurú del PSOE
Alberto López Herrero
Cuando el bejarano Jesús Caldera apostó por un desconocido Rodríguez Zapatero como secretario general del PSOE en el congreso de la renovación del año 2000 tenía poco que ganar y mucho que perder al tener como rival a José Bono. La jugada le salió bien y una vez más demostró saber estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, porque ser la mano derecha y a la vez el valedor del candidato a la presidencia del Gobierno dio lugar en 2004 a todo tipo de rumores sobre su futuro político después de más de 20 años de parlamentario y haber sido hasta portavoz del Grupo Socialista en el Congreso.
Sin embargo, sólo fue ministro de Trabajo y Asuntos Sociales cuando todo el mundo y hasta él, posiblemente, pensó en otro cargo más cercano al presidente, algo que intentó, al menos en Salamanca, al ejercer también de ministro de Fomento con las eternas autovías…
Zapatero hizo ayer un extenso reconocimiento público a su labor como ministro (posiblemente bastante más destacada en Asuntos Sociales que en Trabajo, si bien a pesar de los claroscuros, de los incumplimientos, de las controversias sociales y de la coyuntura económica, fue uno de los más activos en cuanto a iniciativas parlamentarias). Ahora, el encargo de ideólogo del partido a través de una fundación tiene que ver con su éxito en la elaboración de los últimos dos programas electorales, aunque no sabemos hasta qué punto ese premio supone un espaldarazo personal o, por el contrario, un alejamiento discreto de la actividad política y de la tensión diaria de quien siempre daba juego en sus intervenciones y actuaciones.
Con tres carreras universitarias (Derecho, Ciencias Políticas y Sociología) Caldera se ha mantenido siempre en puestos de responsabilidad en el partido, lo cual, en política tiene su mérito. Falta saber si este buen conversador y amante del deporte y de su tierra, a la que regresa todos los fines de semana que puede, entiende este reto como el del nuevo teórico de la izquierda española que quiere Zapatero o como uno de tantos puestos políticos que hay en la actualidad y en los que no se sabe si se cobra sólo por lo bien que se vive a juzgar por los nulos resultados de la gestión, claro que esto último, como buen gurú recién nombrado, nunca lo confesará.
(*) Redactor jefe de El Adelanto
ALBERTO LÓPEZ HERRERO