Otra mala jugada

El futuro de Aguirre, en manos de Rajoy
“Se acabó el juego y lo malo para Espe es que se ha achicharrado para el futuro”
«Se acabó el juego y lo malo para ella (ella es la lideresa) es que se ha achicharrado para el futuro, un futuro que ahora más que nunca depende de Rajoy».

Esta frase, pronunciada por un dirigente andaluz, viene a poner de manifiesto el sentimiento de la mayoría de dirigentes con peso dentro del partido. Y es que nadie entiende cómo es posible que una persona con la experiencia que se le debe suponer a la presidenta de la comunidad madrileña, haya sido capaz de echarle un órdago como el que le ha echado a Rajoy a la hora de intentar disputarle la presidencia.

«Esperanza creía que esto era un juego de cartas, de esos a los que tanto le gusta jugar, y que podía establecer sus reglas y jugar de farol, y se ha equivocado, aquí las reglas son otras, tenemos unos estatutos y el que quiera jugar con esas reglas que lo haga, como ella lo hizo con Cobo, sin ir más lejos, y el que quiera cambiarlas a su gusto, que se atenga a las consecuencias…» Y esas consecuencias a la vista están, con la claudicación de la lideresa a presentar batalla en el próximo Congreso, y además anunciar su apoyo y su voto para Rajoy. Sin embargo, a día de hoy y a pesar del anuncio realizado por Esperanza el pasado lunes en el programa 59″, siguen siendo muchos, detractores y defensores de Aguirre, los que se siguen convencidos de que a pesar de que esta no presente una lista alternativa todavía no ha dicho la última palabra. Vamos, que guarda un as en la manga.

La batalla por las ideas
«Está claro que Esperanza ahora intenta convencernos de que ella está por plantar la batalla en el terreno de las ideas, vamos, que quiere que todos nos hagamos liberales como ella, y además se ha inventado eso de las primarias para el 2011, y así tener la oportunidad de aspirar a ser candidata a la presidencia del gobierno…». «Si cree que alguien en su sano juicio va a apoyar esas propuestas es que no conoce ni al partido ni a sus militantes…». «Además, ¿quién asegura que en el 2011 vamos a celebrar otro congreso?».

¿Habrá otro Congreso más?
Quien así se manifiesta es un ex-diputado y antiguo militante del partido desde los tiempos en que el partido todavía era Alianza Popular. Y no le faltan razones para dudar de que haya que celebrarse un nuevo Congreso antes de que se celebren las próximas elecciones generales. Así, basta recordar lo manifestado por la nueva portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando afirmaba hace unos días que el candidato que gane el próximo Congreso será además el candidato en las próximas elecciones generales. Toda una declaración de intenciones.

Apelando a la historia
Y es que quien conoce el partido y echa un vistazo a su historia sabe que en más de una ocasión ha habido congresos regionales y provinciales que, ante la proximidad de unas elecciones, y ante la posibilidad de que en los mismos pudieran presentarse candidaturas alternativas a las oficiales, fueron retrasados unos meses para evitar cualquier confrontación interna. Un retraso, eso sí, que debe contar con el visto bueno de la junta directiva nacional, órgano supremo del partido entre congreso y congreso. Por eso, después de ver el «circo» que se ha levantado en esta ocasión, nadie duda de que, llegado el momento, esa junta directiva que salga del próximo congreso no tendrá ningún inconveniente en decidir por el bien del partido retrasar el siguiente Congreso hasta que se celebren las próximas elecciones generales. Unas elecciones generales que, como ya ha asegurado Soraya, contarán como cartel electoral con el ganador del próximo Congreso a celebrar en Valencia.

¿Qué pasará con las primarias?
Ya decíamos en uno de nuestros análisis que esa sería una de las batallas a plantear por el sector afín a Aguirre de cara al futuro del PP. En este sentido ya nadie puede dudar de que detrás de algunas de las “webs” que durante las últimas semanas se han venido abriendo en Internet reclamando apoyos para Aguirre, o solicitando una mayor democracia dentro del partido, están Aguirre y su equipo. El caso más llamativo es el de la democraciapp, donde desde hace días se viene hablando de la necesidad de que se modifiquen los estatutos y se dé un mayor protagonismo a las bases, todo en la línea de lo manifestado por Aguirre.

Sucursales autonómicas
Además, durante los últimos días, dicha web, en un hecho sin precedentes, ha abierto portales en varias comunidades autónomas. En todas ellas, el objetivo no es otro que buscar apoyos por parte de los compromisarios ya elegidos para que avalen al candidato que representará, siempre que logre los avales necesarios, a los miembros de esta corriente de opinión. Porque de eso es precisamente de lo que se trata tras leer los diferentes contenidos de democraciapp, una plataforma para debatir las nuevas ideas. Unas ideas y unos planteamientos que vienen a coincidir plenamente con los expresados estos días por el entorno cercano a la presidenta de la comunidad madrileña.

Un candidato no compromisario
Según declaraciones realizadas a El Plural por Álvaro González de Buitrago Burgoa, uno de los cofundadores de democraciapp, es intención de este grupo poder anunciar la próxima semana el nombre del candidato alternativo. Sin embargo, se podría dar el caso de que el mencionado candidato tuviera que asistir al Congreso como simple invitado, ya que durante la elección de compromisarios realizada en el Barrio de Salamanca, uno de los principales bastiones de la lideresa, no contó con los apoyos necesarios para ser uno de los compromisarios correspondientes a dicho distrito. «Sin embargo, no nos preocupa que nuestro candidato, si finalmente decidimos presentarle, no ostente la condición de compromisario, puesto que los estatutos dejan claro que cualquier militante del partido que logre los avales necesarios y esté al corriente de las cuotas puede optar a la presidencia». «De todas formas somos conscientes de lo difícil que lo vamos a tener para conseguir los avales necesarios, pero al menos durante este tiempo vamos a mantener el debate de cara a los militantes para que los que acudan al Congreso puedan debatir sobre qué modelo de partido queremos y, sobre todo, que se contemple la necesidad de que, de cara al futuro, seamos los militantes de base los que podamos elegir al candidato para la presidencia del Gobierno…»

Su futuro en manos de Rajoy
Así las cosas, está claro que el futuro que se le presenta a Esperanza Aguirre y a los suyos será el que quiera asignarle Mariano Rajoy. Un Mariano Rajoy que posiblemente acepte, como declaró el pasado jueves en Castilla-La Mancha, que en el próximo Congreso se pueda abrir el debate solicitado por los allegados a la lideresa; pero de lo que no cabe duda es de que ninguno de los barones que ya han manifestado su apoyo al actual presidente vayan a apoyar la propuesta de que en el futuro se pueda elegir al candidato mediante el sistema de primarias, tal y como se reclama por parte de Aguirre.

Una puerta a modificaciones
Sin embargo, desde el equipo de Rajoy se están contemplando algunas modificaciones en los actuales estatutos; en estos cambios se podría contemplar una rebaja sustancial en cuanto al número de avales necesarios para poder presentarse, o la más probable, que se mantenga el actual número pero con la salvedad de que cualquier compromisario pueda avalar a más de un candidato. Un cambio sustancial y que de producirse en la actualidad posibilitaría que Aguirre o cualquier otro candidato pudiera competir con Rajoy en el próximo Congreso.

Un espectáculo lamentable
No obstante y a pesar de que a estas alturas ya nadie duda de que el próximo Congreso sólo contará con una sola candidatura, son muchos los que piensan que en estas últimas semanas el triste espectáculo ofrecido por el partido ha puesto en peligro todo lo construido hasta ahora. Un espectáculo en el que han participado todos los dirigentes actuales del PP y que por lo que se empieza a detectar en la opinión pública ya han agotado con creces la paciencia de la gente, que hasta ahora les ha apoyado sin pedir nada a cambio, y merecen una censura ejemplar.