Un alcalde para un pueblo
Manuel Velasco/Bejar.biz
A estas alturas de la película, los ciudadanos de Béjar ya saben que el alcalde actual, Cipriano González, al igual que su antecesor, Alejo Riñones, no cumple la ley.Quizá sea éste un privilegio inherente al cargo de Alcalde de Béjar, otorgado por algún Duque en la noche de los tiempos a cambio de alguna faena inconfesable, o más bien un maleficio que pende sobre esta malhadada ciudad desde que es presa de la decadencia y la ruina.
Sus alcaldes no cumplen la ley. Porque, ¿para qué cumplir la ley con lo necesitada que está la ciudad? Siempre encontrarán una excusa, una “razón de estado”, una “fuerza mayor” agarrada a la coartada suprema del desempleo, de la necesidad de puestos de trabajo y esas historias para no dormir que oímos una y otra vez. Y bajo ese paraguas acometen o propician obras faraónicas e irracionales. Y bajo ese paraguas se saltan la ley, los procedimientos reglados, las normas obligatorias para todos. Y bajo ese paraguas atropellan los derechos de muchos otros ciudadanos, aquellos que trabajan con honradez, que creen en las instituciones y respetan las normas que regulan la convivencia.
Sr. González, si no es capaz de que el Ayuntamiento que usted preside, que es el promotor del Polígono del Guijarral, en el que se está construyendo de forma fraudulenta un Matadero Municipal objeto de una concesión otorgada por el propio Ayuntamiento, reconduzca la situación que le ha dejado su torpe predecesor en el cargo, cerrando conforme a la legalidad vigente el procedimiento iniciado con la exposición pública del “Anteproyecto de Traslado del Matadero Municipal”, y tramitando y ejecutando un Proyecto de Actuación de acuerdo con las disposiciones de la Ley de Urbanismo de Castilla y León, retírese y deje su puesto a otra persona.
Sr. González, si no es capaz de hacer que la empresa concesionaria del Matadero Municipal, que es, con mucho, la actividad más contaminante de la ciudad, redacte una Evaluación de Impacto Ambiental y obtenga la obligatoria Licencia Ambiental que, como usted bien sabe, debe obtenerse antes de comenzar las obras, y que es lo que hacen todas las empresas que montan una instalación en Béjar, por favor, retírese y deje su puesto a otra persona.
Y no es que se trate simplemente de que el propio Ayuntamiento cumpla la normativa establecida para todos, que también, sino que se trata, sobre todo, de que se analicen previamente los problemas derivados de la instalación de un matadero industrial en ese lugar determinado, que son muchos, se prevean las medidas correctoras pertinentes, que también son muchas y costosas, y se dé audiencia pública a todas las personas o empresas que puedan sentirse perjudicadas por la presencia de esa instalación en ese lugar determinado, a fin de que puedan presentar sus alegaciones al proyecto, si lo juzgan oportuno. Porque esa es la finalidad de las informaciones públicas, esa es la finalidad de la Evaluación de Impacto Ambiental y del procedimiento de concesión de la Licencia Ambiental. Son, además de obligatorios, mecanismos reglados necesarios para que las actividades encuentren un desarrollo armonioso en el conjunto socioeconómico y territorial, corrigiendo los efectos indeseables y haciéndolos compatibles con el quehacer común.
Sr. González, no huya hacia delante, como hizo su antecesor en el cargo durante gran parte de su mandato. No espere, no dilate, no “pastelee”, no aguarde a que las obras estén acabadas y la fuerza de los hechos consumados enmascare una vez más una forma de actuar prepotente y fraudulenta, ajena al derecho y la razón. Ese camino sólo lleva al precipicio. Pregúntele al Sr. Riñones, que todavía está convaleciente del batacazo. Usted debiera ser el primer interesado en asegurarse de que esa instalación, tan necesaria e importante para el futuro de la ciudad, no va a causar problemas medioambientales como los ha estado y está causando en Palomares; de que esa instalación no va a resultar incompatible con el desarrollo del Polígono Industrial; de que esa instalación tiene asegurados un acceso viario adecuado así como suministros fiables de agua y electricidad, y de que tales suministros se van a realizar con el alcance y las garantías técnicas suficientes para que no se resientan en su funcionalidad otras infraestructuras de la ciudad.
Usted debiera ser el primer interesado en asegurarse de que esa instalación, tan necesaria e importante para el futuro de la ciudad, no va a ser impugnada por sus propios conciudadanos ante los Tribunales de Justicia.
Sr. González, usted no ha sido elegido para acabar las ilegales y faraónicas obras de la Cerrallana ni tampoco para finalizar las ilegales obras del nuevo Matadero ni tampoco para bendecir el fraudulento pelotazo de la Glorieta. Usted ha sido elegido para encabezar la regeneración cívica de una ciudad. Haga honor a ese mandato.