Lenta agonía
Desiderio Hernández Benito
Nuevo cierre empresarial en Béjar. Poco a poco el racimo de industrias textiles bejaranas que tanda riqueza diera a esta ciudad, se va desgranando. De seguir así dentro de poco tiempo el textil en Béjar será parte de la historia de la ciudad; ya queda menos para que esto sea una realidad. Veintiún trabajadores con sus respectivas familias que este año la navidad no será feliz por falta del desempleo.
Aunque pienso que por solidaridad con estos trabajadores, y con los anteriores trabajadores que en este año se quedaron sin empleo, la navidad en Béjar no deberían celebrarse o, celebrarse de otra manera más reivindicativa, haciendo algo que ya he comentado en alguna ocasión y que el editorial conjunto de Bejarnoticia y Béjar FM apuntan.
Creo que es tiempo de movilizaciones en Béjar. La industria textil muere y en su fallecimiento arrastra a nuestra ciudad. ¿Qué hacemos los bejaranos [a parte de lamentarnos] para que esto no suceda…? Todos sabemos las respuesta, en Béjar no se mueve nadie. Contemplamos impasibles como el racimo industrial que un día estuvo pleno, se ha quedado prácticamente vacío, mientras nosotros contemplamos el paisaje, peleando por nimiedades como que sexo tienen los querubines, donde ponemos una posada, parador o, un macro almacén de boinas sin capar. Todo menos movilizarnos y luchar por la salvación de lo que un día fue una ciudad prospera, que vivía del trabajo de sus ciudadanos y de la laboriosidad de su comarca.
Seguramente muchos están dispuestos a salir a la calle para hacerse oír, como lo están haciendo en Salamanca, ante la vergonzosa subida de impuestos propiciada por el sujeto que tienen la capital de provincia, como si de su cortijo particular se tratara. Todo menos continuar con este conformismo del ande yo caliente…; la bochornosa falta de solidaridad; la domesticación de los sindicatos; el cruzarse de brazos de los políticos, de todos los políticos, sin distinción de siglas. ¿Hasta cuando? Pues parece que hasta nunca. La palabra LUCHA, en Béjar, hace años quedó fuera de uso. Los bejaranos no comenzaran las movilizaciones por generación espontánea, alguien tendrá que gestionar todo ello. En otros lugares que pasaron por problemas parecidos, fueron los sindicatos, asociaciones ciudadanas, partidos políticos, Ayuntamiento, etc., los encargados de dirigir las protestas.
Está claro que por el hecho de salir los ciudadanos a la calle las fabricas cerradas no van a abrir de nuevo, pero que tomen nota los gobiernos, el autonómico y el central. Estamos en época de precampaña electoral, igual es el momento de comenzar. Nunca es tarde para reclamar un futuro para esta deprimida ciudad.
Adiós al textil. El textil bejarano muere sin haber hecho una reindustrialización adecuada a las características de la región, atrayendo hacia la ciudad nuevas y diversas empresas que suplieran los puestos de trabajo procedentes del textil. Como llevan haciendo desde hace décadas en otros lugares. Está claro que ello no es posible si los gobiernos no tienen la voluntad de hacerlo. Los gobernantes, es cierto, no tienen una varita mágica para cambiar a voluntad las actividades de las empresas, pero tienen el poder de propiciar que una comarca pase de la ruina profunda a la prosperidad, no hay que irnos demasiado lejos para verlo, en Castilla León tenemos claros ejemplo de ello. ¿Por qué en Béjar no hicimos lo que hicieron en Sagunto? Igual para algunos es mejor dejar las cosas como están no vaya a ser que el “turismo” que viene por Béjar marche hacia otro sitio.