Gracias Kun
AS/1-11-07
El Atlético no pierde en Liga desde su visita al Nou Camp. Partido de alcurnia en el Calderón. Y así fue al menos durante la primera mitad. Luego la segunda parte mantuvo la tensión y la emoción por el resultado final y por las genialidades de los cracks de ambos conjuntos. Lo que está claro es que el Atlético empieza a sentirse cómodo en las posiciones altas de la tabla y ya está en posiciones de Liga de Campeones. Si consiguen pasar del sueño a creerselo, puede que este sí sea su año. Yo de momento creo en Kun.El arranque en el Calderón ha sido fulgurante, ya que nadie recordaba tres goles en el primer cuarto de hora. Nada más comenzar el partido Maxi sacó petróleo de un disparo de Forlán. El argentino luchó por el rechace, y Palop, sobrado en su salida, lo arrolló pero Maniche muy atento marcó. Como en el patio del colegio, penalti-gol es gol. Y así lo entendió Mejuto González.
Pero este Sevilla post-Juande no es un equipo que se deje intimidar. Luis Fabiano aprovechó una falta directa para empatar. Gracias a Maxi que no tapó el hueco dejado por Martí y el balón entró en la puerta de Leo Franco que veía como perdía su buen registro de no encajar un gol hace ya varios partidos.
Y como no podía ser de otro modo, el explosivo Kun, en estado de gracia, adelantó a los suyos para mayor extásis de la parroquia rojiblanca de cabeza. Nuevo rechace de Palop a disparo de Luis García que el argentino no perdonó. Palop desde luego no lleva una buena temporada y no parece andar muy fino en este principio de temporada.
El siguiente cuarto de hora fue más tranquilo ya que no hubo la lluvia de goles del principio. Ambos conjuntos se serenaron y buscaron conseguir el control de la pelota, especialmente el equipo de Aguirre. Lo peor para el entrenador fue la lesión de Forlán que se retiró por Reyes.
Los visitantes seguían achuchando y un fuera de juego de Luis Fabiano desbarató la ocasión de Jesús Navas que fusiló a Leo Franco. Aunque este llegó a parar su disparo. La verdad es que el conjunto sevillano no cejaba en su empeño por marcar. Presionaba, luchaba y corría por todos los balones.
Justo cuando llegaba el descanso Ze Castro cometió un error garrafal de novato por su falta de comunicación con Leo Franco y marcó de cabeza en propia puerta. Pero no parararon los hispalenses y espoleados seguían atacando. Navas volvió a tener otra oportunidad que el meta rojiblanco despejo de puños. El descanso fue un alivio para Aguirre y sus hombres tocados por las bajas y por la presión visitante.
Muchas tarjetas
En la reanudación volaron las tarjetas y es que el partido empezó trastabillado. Cuatro amarillas en diez minutos, Perea, Crespo, Alves y Pernía fueron maonestados. Lo peor fue que el partido tomó un feo cariz y el árbitro llegó a pedir calma a los capitanes de los dos equipos.
A los quince minutos volvieron a jugar al fútbol, pero no como lo hicieron en la primera mitad. Equipo había en ambos lados. Los entrenadores decidieron hacer cambios, pero en sus puestos naturales como Simao por Luis García y Duda por Adriano.
Las individualidades salvaron el partido. Un pase magistral de Agüero, que pasó por encima de los impotentes defensas sevillistas, lo remató Maxi cambiando la trayectoria al tocarlo con la puntera y convirtiéndolo en un gol de bella factura.
Maxi sacó un disparo duro que casi sorprende a Palop pero el Sevilla en un contragolpe tuvo el empate en un remate de Boulahrouz. Leo Franco vió como el cuero lamió el poste. Ningún cambio en el marcador. Con tantas faltas era complicado retomar el buen juego, bastante era enlazar varias jugadas seguidas.
Al final como al principio
Ya solamente esperaban oportunidades a la contra los rojiblancos mientras que llegaba el final mientras que los hombres de Manolo Jiménez creían en un empate sobre la campana. Y aunque parezca increíble, el tramo final fue igual que al inicio. A el primer gol de Jurado en Liga, respondió en la siguiente jugada el Sevilla con un gol de Luis Fabiano. Mala suerte para los que se fueron antes de tiempo.
Como ya dijera Iñako Díaz-Guerra en la previa de As, el partido olía a grande. Y así fue al menos durante la primera mitad. Luego la segunda parte mantuvo la tensión y la emoción por el resultado final y por las genialidades de los cracks de ambos conjuntos. Lo que está claro es que el Atlético empieza a sentirse cómodo en las posiciones altas de la tabla.