Un nuevo varapalo…y van…

Luís Ibáñez
Nuevo varapalo para el equipo de gobierno amortizado del Ayuntamiento de Béjar. Ya hemos perdido la cuenta de cuantas decisiones ha tenido que cambiar ese equipo de gobierno por tomar decisiones que no eran acordes a Ley. Ya hemos perdido la cuenta de las denuncias presentadas por los vecinos de Béjar a distintos organismos oficiales con la argumentación de que ese equipo de gobierno no se atenía a Ley. Y digo que ya hemos perdido la cuenta, pero si nos ponemos a sumar, ese equipo de gobierno, en los últimos tiempos ha tenido más de 25 denuncias. Unas denuncias que han dado lugar a la rectificación del Ayuntamiento, con todos los costes que ello conlleva, y que pagan sus consecuencias todos los bejaranitos de su bolsillo; y otras que han sido archivadas o sobreseidas porque no había pruebas suficientes, aunque sí indicios, para la acusación.

Pero más allá de sentencias, autos, resoluciones y demás, condenando o dando un correctivo al Ayuntamiento… desde la junta electoral, desde la comisión territorial de urbanismo, desde el juzgado de lo penal, de lo social, de organismos oficiales e instituciones varias…, más allá como digo, está el hecho de que ese equipo de gobierno ha soportado prácticamente más denuncias en los últimos años que todos los gobiernos municipales anteriores juntos. Solo ese dato, intrínseco, tal cual, sin ningún tipo de connotación añadida, debería ser lo suficientemente significativo para darse cuenta, o por lo menos sospechar, que este equipo de gobierno no hace las cosas bien, y no es buen gestor, y más, cuando las denuncias vienen precedidas de hechos un tanto raros. Y con posterioridad con sentencias firmes, ratificadas, y vueltas a ratificar incluso por el propio Constitucional en el caso de uno de los ex componentes de ese equipo de gobierno.

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Demasiadas casualidades, cuando se ven “casualidades” de acción-reacción, como que el edil mencionado antes, firme un contrato de trabajo para una empresa justo dos días antes de que esa empresa firme un convenio con el Ayuntamiento del que el edil forma parte activa como concejal. Ese concejal que no olvidemos, estaba ya condenado por la justicia por usurpación.

Como otra “casualidad” en tiempo, por lo menos, es que coincidiendo con los rumores que señalaban a Raúl Hernández como cabeza de lista de Ups Béjar, su empresa, firmante de un contrato de concesión con el Ayuntamiento de Béjar, en manos del equipo de gobierno del PP, imponga a Hernández un traslado más que forzoso muy lejos de esta tierra. Y que posteriormente, cuando se ratifican los rumores, Hernández dimite como concejal del PP del Ayuntamiento, y se presenta de manera oficial como número uno en la lista de UPS Béjar al Ayuntamiento de Béjar, van y le despiden. Demasiadas casualidades. Y eso que solo resaltamos dos que han tenido lugar hace poco, que si recogiéramos todas las casualidades que han tenido lugar en los últimos 12 con ese equipo de gobierno, tendríamos para hacer una propuesta a Iker Jiménez y sacar por fascículos otro coleccionable de misterios ocultos, o como le gusta llamar al presentador de Cuarto Milenio, serendipias.

Ya somos mayorcitos para creer en casualidades. Aunque quien sabe, quizás el candidato popular cree que podemos seguir tragándonos que el no tiene la culpa de nada y que todo es una casualidad, o como dice Anthony Blake, todo es producto de nuestra imaginación. Baste recordar el concepto que tiene de los bejaranos.

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